Jeroboam

Jeroboam fue el primer rey de las 10 tribus del Norte después de la división de Israel. De aquí en adelante, al hablar de los reyes de las tribus del norte, vamos a hablar de los reyes de «Israel», y al hablar de los reyes de las tribus del Sur, que son los descendientes del rey David, vamos a hablar de los reyes de Judá.

La historia de Jeroboam comienza en 1 Reyes 26, era un hombre diligente y capaz, al verlo Salomón lo pone a cargo de los trabajadores de Efraín y Manasés. El Profeta Ahías le da una palabra de parte del Señor:

Luego le dijo a Jeroboam: «Toma diez de estos pedazos, porque el Señor, Dios de Israel, dice: “¡Estoy a punto de arrancar el reino de manos de Salomón y te daré a ti diez de las tribus! Pero le dejaré una tribu a Salomón por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus de Israel. Pues Salomón se ha apartado de mí y rindió culto a Astoret, diosa de los sidonios; a Quemos, dios de Moab; y a Moloc, dios de los amonitas. Salomón no ha seguido mis caminos ni ha hecho lo que me agrada. Tampoco ha obedecido mis decretos y ordenanzas como lo hizo su padre David.

1 Reyes 11:31-33 NTV

Jeroboam fue designado por el Señor para ser rey de Israel, y sabía por qué el Señor estaba quitando el reino a Salomón y a su descendencia, lo que me impresiona es que aunque el Señor lo llamó a reinar ¡Cayó en los mismos errores de Salomón! (O incluso peores…)

Jeroboam pensó: «Si no tengo cuidado, el reino volverá a la dinastía de David. Cuando este pueblo vaya a Jerusalén para ofrecer sacrificios en el templo del Señor, ellos volverán a ser leales al rey Roboam de Judá; a mí me matarán y a él lo nombrarán rey en mi lugar».

Entonces, siguiendo la recomendación de sus consejeros, el rey hizo dos becerros de oro. Después dijo a la gente: «Para ustedes es muy complicado ir hasta Jerusalén a adorar. Miren, israelitas, ¡estos son los dioses que los sacaron de Egipto!».

1 Reyes 12:26-28 NTV

Jeroboam llevó al pueblo a pecar. Cada vez que obedecían a Jeroboam, automáticamente desobedecían a Dios. ¿Cuántas veces recibimos ideas «prácticas» que nos separan de Dios? Él no estaba pensando en el pueblo, ni en la ley del Señor, él solo estaba pensando en si mismo, en «mantener» su poder, ¡poder que había venido DEL SEÑOR!

Muchas veces el mundo nos hace ver que «es muy difícil vivir en santidad» y decidimos tomar atajos o ser permisivos con nuestras creencias. Jeroboam les hace becerros de oro para que adoren en Betel y Dan, y aunque se supone que son «para adorar a Dios» esta sustitución en las creencias se desvía tanto que se vuelve algo completamente diferente y alejado de Dios.

En Éxodo 32 vemos que Aaron había hecho becerros de oro para que el pueblo adorara, y la historia no salió muy bien. Necesitamos conocer la Palabra de Dios, porque muchas veces nos preguntamos si algo está mal o no, y la Biblia es clara.

Jeroboam no sólo llevó al pueblo a pecar adorando a otros dioses, también nombró sacerdotes que no eran levitas, Números 3:10 vemos que sólo los descendientes de la tribu de Leví podían ser sacerdotes. Todos estos «pequeños» cambios causaron mucho dolor a largo plazo al pueblo de Israel.

El Señor manda a un profeta, y da una profecía sobre Josías (su cumplimiento está en 2 Reyes 23:1-10 300 años después) y cuando Jeroboam extiende su mano para señalarlo y mandar a detener al profeta, su mano se paraliza. La Biblia dice que Jeroboam le pidió al profeta: «¡Te ruego que le pidas al Señor tu Dios que me restaure la mano!». El profeta ora y su mano es restaurada.

En el capítulo 14, el hijo de Jeroboam se enferma, y el manda a su esposa a ver al profeta Ahías (quien le dijo de parte del Señor que sería el próximo rey de Israel al inicio) pero le dice que se disfrace, para que el profeta no sepa que es la esposa de Jeroboam. El Señor había restaurado su mano antes, ¿Por qué disfrazarse en lugar de solo humillarse delante del Señor y pedirle ayuda? Tal vez tiene que ver con los altares y con que él sabía que estaba haciendo que todo el pueblo pecara…

A veces cuando tenemos problemas y decidimos buscar al Señor, a causa de nuestro pecado preferimos buscarlo disfrazados, como si el Señor no supiera que somos nosotros. La esposa de Jeroboam, disfrazada, no pudo engañar a un profeta CIEGO, nosotros tampoco engañamos al Señor cuando lo buscamos escondiendo nuestro pecado.

Aunque hay mucho más de lo que podríamos hablar de Jeroboam, y muchas otras cosas que aprender, quisiera dejarte con esto: no necesitamos ocultar nuestros pecados para pedirle ayuda a Dios, al contrario, necesitamos reconocer que hemos pecado, y arrepentirnos de nuestra maldad y de nuestro egoísmo.

Creo que la historia pudo haber sido muy diferente para Jeroboam, para su descendencia y para el pueblo de Israel si en este punto habrían buscado la ayuda del Señor, y cambiado su camino. Nunca es tarde para arrepentirnos de nuestras malas decisiones, como vimos al estudiar a David, las consecuencias pueden permanecer y pueden ser dolorosas, pero recibir el perdón del Señor y restaurar nuestra relación con Él es más valioso.


Padre, te pedimos que nos ayudes a ver aquellas áreas de nuestra vida en las que estamos viviendo en pecado, te pedimos perdón si con decisiones pequeñas hemos abandonado nuestra relación contigo, te pedimos perdón si con «pequeñas modificaciones» nos hemos alejado de lo que te agrada. No queremos sustituir tu palabra en nuestra vida por cosas que nos hagan sentir bien en nuestro pecado. Queremos buscarte de todo corazón, queremos vivir cerca de ti. Ayúdanos a quitar cualquier máscara o disfraz que hayamos adoptado para acercarnos a ti, reconocemos que te necesitamos, y queremos que tú nos guíes para vivir en santidad, de forma agradable a ti. Lo que más queremos, es vivir en intimidad contigo, cada día de nuestra vida.


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Roboam

Roboam fue el cuarto rey de Israel. El último rey de Israel como un reino unido, sus decisiones dejan claro que no podemos heredar la sabiduría, su arrogancia e ignorancia dividieron una nación.

El pueblo de Israel bajo el reinado de Salomón estaba sometido a trabajos pesados y altos impuestos. Por eso piden a Roboam que disminuya  la carga que tienen. Roboam decide pedir consejo, busca a los ancianos que aconsejaban a Salomón, y busca a los jóvenes que son ahora sus consejeros, finalmente decide tomar el consejo de los jóvenes y ser aún más duro con el pueblo que su papá.

La historia de Roboam no nos dice que todos los jóvenes son necios, ni que todos los ancianos son sabios, pero sí podemos ver que Roboam en ningún momento consultó al Señor, simplemente tomó el consejo que le favorecía más. Necesitamos pedir el consejo del Señor SIEMPRE. A diferencia de Salomón que le pide al Señor sabiduría para gobernar al pueblo, Roboam no pensó en lo que era bueno para el pueblo, sino buscó el bien para si mismo.

Como resultado de las decisiones imprudentes de Roboam, Israel se dividió en dos, el reino del norte (formado por 10 tribus de Israel) y el reino del Sur (las tribus de Judá y Benjamín). Roboam heredó un reino poderoso, pero pronto olvidó por qué tenía tanto.

Cuando Roboam estaba fuerte y firmemente establecido, abandonó la ley del Señor y todo Israel lo siguió en este pecado.

Debido a que fueron infieles al Señor, el rey Sisac de Egipto subió y atacó Jerusalén en el quinto año del reinado de Roboam.

2 Crónicas 12:1-2 NTV

La Biblia nos deja ver como Roboam se sintió seguro, tanto que comenzó a confiar más en sí mismo y dejó por un lado a Dios, y no sólo abandonó la ley del Señor, sino que guío a todo el pueblo a hacer lo mismo. Como consecuencia el rey de Egipto saqueó el templo del Señor y el palacio. El Señor mandó a al profeta Semaías a decirle “Ustedes me abandonaron, y por eso yo los abandono en manos de Sisac”.

Aquí comienza un patrón que vamos a ver a lo largo de las historias de los reyes, el pueblo peca, y después se arrepienten, y lo más impresionante para mi, el Señor decide mostrarles misericordia.

Cuando el Señor vio el cambio de actitud en ellos, le dio este mensaje a Semaías: «Puesto que el pueblo se ha humillado, no lo destruiré completamente y pronto le daré cierto alivio. No usaré a Sisac para derramar mi enojo sobre Jerusalén; pero serán súbditos de Sisac, para que conozcan la diferencia entre servirme a mí y servir a los gobernantes terrenales».

2 Crónicas 12:7-8

Más adelante en la historia, la Biblia nos cuenta que el rey Sisac saquea el templo del Señor y el palacio, y se roba los escudos de oro que Salomón había hecho (1 Reyes 10:16-17 dice que eran 200 escudos grandes y 300 pequeños). Roboam decide reemplazar estos escudos con escudos de Bronce, tratando de mantener la apariencia de la gloria pasada.

Roboam heredó riquezas, un reino grande y fuerte, y en poco tiempo quedó con un reino dividido y destrozado, tratando de aparentar tener lo que ya no tenía. La mayor falta de Roboam fue que no buscó al Señor con todo el corazón.


Padre, ayúdanos a buscar el consejo de sabios en nuestra vida, y sobre todo ayúdanos a llevar todo consejo delante de ti, a buscar tu voluntad siempre, a estudiar tu Palabra todo el tiempo. No queremos vivir de apariencias, no queremos cubrir lo que nos hace falta con imitaciones. Te queremos a ti, queremos seguir tu voz.

Padre ayúdanos a liderar a aquellos que tu has puesto bajo nuestro cuidado con amor, a saber que todo lo que hacemos es para ti primero y para los hombres después. Ayúdanos a llevar tu amor, te damos gracias por siempre mostrarnos tu gracia y tu misericordia.


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David

El Rey David es uno de mis personajes favoritos de la Biblia.

Yo comencé una relación con Dios porque a través de una palabra profética sentí su amor por mi. Un día me recuerdo que me daba vueltas en la mente «El Rey David» entonces agarré una Biblia que tenía y comencé a buscar un libro que se llamara David (creo que es obvio que no la leía) y busqué en Google «Rey David» y encontré 1 Samuel.

¡Quedé fascinada! Hasta la fecha, amo las historias de los reyes. Tal vez es porque parece novela, hay estrategias políticas y hombres que parecen tan reales… Uno de ellos es David.

La Biblia no oculta que David cometió errores, tampoco tuvo una historia fácil, por algún tiempo tuvo que vivir huyendo de Saúl porque tenía tantos celos de él que lo quería matar.

Esta parte de la historia de David me reta muchísimo, porque nos enseña que aunque podamos ser tratados injustamente, la justicia debemos dejarla en manos del Señor. Me impresiona que David se refería a Saúl como «el ungido del Señor» y no sólo respetaba a Saúl, también exigía que la gente hablara de él con respeto. No tengo presente ninguna historia en la Biblia en la que David se expresara mal de Saúl.

El haber sido ungido por Dios para ser el próximo Rey de Israel nunca causó orgullo en su corazón, al contrario, siempre se sujetó a la autoridad de Saúl, aún cuando Saúl no fue bueno con él.

David vio de cerca muchas cosas del carácter de Saúl, aprendió de primera mano al ver sus victorias al obedecer al Señor, pero también sus derrotas al ir por su cuenta.

Dios usa a los «Saúles» de nuestras vidas para sacar al «Saúl» de nuestra vida.

Joyce Meyer

Una de las historias que todos conocemos de David es cuando derrotó al gigante Goliat, pero lo que llama mi atención es que los hombres que estuvieron cerca de él ¡También mataron gigantes! 2 Samuel 21 nos cuenta de que Abisai también mató un gigante, 1 Crónicas 20 relata otra historia en la que Jonatán hijo de Simea mató otro gigante, y en el versículo 8 nos habla de «los gigantes de Gat, que perdieron la vida a manos de David y de sus siervos

«Si quieres ser un matagigantes, rodéate de matagigantes.»

Bill Johnson

La valentía puede contagiarse (igual que el temor), así que si queremos matar gigantes, necesitamos rodearnos de estos líderes y amigos valientes, que escuchan la voz de Dios y van a las batallas sabiendo que Dios va con ellos.

Pero no todas las historias de David son tan buenas, la Biblia no oculta que David desobedeció al Señor al hacer un censo en Israel (2 Samuel 24, 1 Crónicas 21), tuvo relaciones sexuales con Betsabé, la esposa de Urías (2 Samuel 11:4), y para cubrir su pecado mando a matar a Urías (2 Samuel 11:15). También falló en instruir y corregir a sus hijos, hubieron muchos problemas entre Amnón, Tamar y Absalón, y más adelante su hijo Absalón trató de rebelarse y quitarle el trono.

Pero sabes, todas estas faltas y debilidades de David me dan esperanza, porque yo también he cometido errores, y en su vida veo que ser sensibles a la voz del Señor es súper importante. David se arrepentía de todo corazón y le pedía perdón a Dios, pero hay algo que necesito resaltar: no volvía a cometer el mismo pecado nuevamente.

Dios nunca retuvo su perdón, pero tampoco evitó que David sufriera las consecuencias de sus acciones. Muchas veces quisiéramos vivir lo contrario, nos importa más que Dios no permita que vivamos las consecuencias de nuestras acciones, a recibir el perdón.


Padre te pedimos que nos ayudes a ser sensibles y receptivos a tu voz, a arrepentirnos de todo corazón por aquellas cosas que hemos hecho que sabemos que no te agradan, ayúdanos a apartarnos del pecado. Danos la valentía para matar a los gigantes en nuestra vida, pero también para reconocer nuestro pecado delante de ti. Ayúdanos a ver lo mucho que dependemos de tu gracia y tu misericordia en nuestra vida, quita todo orgullo de nuestro corazón.

Te pedimos que nos ayudes a sujetarnos a nuestras autoridades terrenales, a orar por ellos, a bendecirlos y a honrarlos. Gracias por tu amor, por tu bondad y por siempre tener misericordia de nosotros.


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El Profeta Samuel

Vamos a comenzar un pequeño estudio de los reyes de Israel con el personaje que dio fin a la era de los jueces, y fue el instrumento de Dios para dar inicio a la era de los reyes.

La sola historia del nacimiento de Samuel nos invita a creer que Dios puede hacer milagros en donde a nosotros nos parece «imposible» ver uno. Samuel es la respuesta a las oraciones fervientes de su mamá, Ana.

¿Te imaginas qué sentirías si tu mamá te entrega al sacerdote de un templo para que te cuide? Tal vez el ser mamá me cambió la forma de ver esta historia, porque aunque la había leído tantas veces, nunca había pensado ¿Que sintió? ¿En algún momento se sintió solo? ¿Se sintió abandonado?

Sin embargo la actitud que veo en Samuel nunca fue de reprochar al Señor las cosas que había vivido o lo que en algún momento había sentido, al contrario veo una disposición a servir al Señor sin importar a dónde lo llamara.

Dios utilizó a Samuel, porque él estaba verdaderamente dedicado a Dios.

Cuando Samuel era anciano, el pueblo le pidió que nombrara un rey, y me gusta mucho la actitud que Samuel adopta:

Samuel se disgustó con esta petición y fue al Señor en busca de orientación. «Haz todo lo que te digan —le respondió el Señor—, porque me están rechazando a mí y no a ti; ya no quieren que yo siga siendo su rey. 

1 Samuel 8:6-7 (NTV)

¿Qué hacemos cuando algo nos disgusta? Una de las cosas más importantes que aprendo al leer las historias de la vida de Samuel es a llevarle TODAS mis emociones y mis sentimientos al Señor. Samuel me enseña a no tomarme personales las cosas que podrían lastimarme, o incluso negar mi identidad y el llamado de Dios sobre mi vida. Samuel me invita a llevarle estas preguntas siempre a Dios, y dejar que Él guíe mis decisiones.

Su debilidad: la debilidad más grande que percibo al leer la historia de Samuel es que no pudo instruir a sus hijos para seguir al Señor como él lo hizo. Me duele pensar que un hombre tan admirable, tan entregado al Señor, no pudo instruir a sus propios hijos. Al mismo tiempo esto me deja ver como la relación con el Señor es algo tan personal…

Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.

Proverbios 22:6 (NTV)

Nuestro pasado no determina nuestro futuro. De dónde venimos no nos obliga a ir a ningún lugar. Samuel tuvo una relación con el Señor, no se aferró nunca a una posición o a un título. Cuando los reyes comenzaron a reinar en Israel, no cambió su fidelidad al Señor por agradarlos (vamos a hablar más de esto al estudiar a Saúl).

Samuel fue un profeta, sacerdote y juez de Israel. Un hombre de fe (Hebreos 11:32) y sin duda un ejemplo para nosotros hoy en día del valor que se requiere para seguir la Voz de Dios. Samuel nos enseña que si queremos servir al Señor de todo corazón tenemos que dejar de servirnos a nosotros mismos.

En Samuel veo un hombre que no esperaba que Dios le sirviera A ÉL cumpliendo sus planes humanos, por el contrario, un hombre entregado a servir, obedecer y seguir LOS PLANES DE DIOS.


Padre, ayúdanos a seguir tus planes, a rendir verdaderamente nuestra vida a ti y enfocarnos en hacer TU OBRA. Ayúdanos a pensar más en ser tus manos y tus pies en esta tierra y a dejar de vernos como el centro de nuestra vida. No queremos dejarte a ti como un medio para conseguir «nuestros sueños», en cambio queremos adoptar TUS SUEÑOS en nuestro corazón y llevar tu palabra a todo lugar, para que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.

El don de Fe

A otro el mismo Espíritu le da gran fe y a alguien más ese único Espíritu le da el don de sanidad.

1 Corintios 12:9 NTV

Antes de que hablemos específicamente del don de fe, quiero hablarte de otros tipos de Fe que vemos en la Biblia.

En Romanos 12:3 Pablo menciona «la medida de fe que Dios les haya dado.» esto quiere decir que hay una medida de fe que todos tenemos, sin embargo el don de fe es algo diferente a la fe que todos tenemos. Y creo que es esta medida de fe que Dios nos regala a todos, la que nos ayuda más adelante a que podamos recibir la salvación.

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.

Efesios 2:8-9 NVI

Esto es Fe salvadora. Es la fe en Jesús, como nuestro salvador. Es creer que Él pagó el precio por nuestros pecados. Es creer que SU SANGRE fue derramada por nuestros pecados y es suficiente para pagar por nosotros. Es reconocer que Jesús tomó nuestro lugar, llevó nuestros pecados, murió en nuestro lugar, y creemos que lo hizo para que no muramos, sino tengamos vida eterna.

Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Hebreos 12:2 NVI

Es Jesús quien da inicio a nuestra fe, y Romanos 10:17 dice que «la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.» y Romanos 10:14 nos dice ¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga?

Existe otro tipo de fe, que es la fe que cree en la Palabra y en las Promesas de Dios. Este tipo de fe es el que vemos aplaudido en Hebreos 11, que contiene muchas cosas que hombres y mujeres hicieron ¡Porque creyeron en las promesas de Dios!

Esta es la fe que Jesús les pide a sus discípulos que tengan, cuando las mujeres habían dicho que habían visto a Jesús resucitado, algunos discípulos no lo creyeron y continuaron con la vida sin creer las promesas que Jesús mismo les había hecho cuando les aseguró que resucitaría.

Entonces Jesús les dijo:

—¡Qué necios son! Les cuesta tanto creer todo lo que los profetas escribieron en las Escrituras. 

Lucas 24:25 NTV

Y también está el Don de Fe, que es la habilidad única de confiar en Dios contra todas las circunstancias, el don de fe habilita a algunas personas a tener un nivel extraordinario de Fe, que Dios usa para mostrar su poder, y trae gozo y ánimo a los demás.

Creo que nuestra fe puede irse construyendo a medida que vamos avanzando en nuestra relación con Dios, por ejemplo comenzamos a orar por personas con dolores de cabeza, gripes, malestares en el cuerpo, y vamos viendo una respuesta de Dios a nuestras oraciones, y vemos que algunos comienzan a sanarse. Nuestra fe va aumentando a medida que continuamos orando.

Sin embargo, un día sentimos que el Espíritu Santo nos invita a orar por alguien, con una condición que, a nuestro parecer, es particularmente «difícil», ¿Oramos?

Es en este momento que el Espíritu Santo nos puede llenar del don de fe, para que puedas creer y actuar en base a la fe, y ahora sí, tendrías el valor de ir con esta persona, imponer manos y declarar la sanidad que el Espíritu Santo quiere llevar al cuerpo de esta persona.

¡Es cuando nuestra fe se queda corta, que el Espíritu Santo interfiere! Él llena nuestra carencia con su presencia y manifiesta su poder a través de nosotros, para llevar a cabo lo que está en el corazón de Dios.

Ejemplo del don de Fe: Pedro cuando camino fuera del bote sobre el agua (Mateo 14:22-33).

Cuando Dios te invita a hacer algo fuera de tu zona de comodidad, el miedo y la ansiedad pueden invadirte, porque nunca has hecho lo que Él te está llamando a hacer, ¡Pídele al Espíritu Santo que te llene de FE para hacerlo! Es por esto que el Espíritu Santo es llamado «paraklētos» que significa ayudador, Jesús lo dejó en su lugar, para que nos ayude con muchas cosas que podemos enfrentar en nuestra vida diaria.

Oro que puedas ver en qué áreas estás permitiendo que el miedo te paralice y no estás llevando a cabo lo que Dios te está llamado e invitado a hacer, y que puedas pedirle al Espíritu Santo de su intervención divina, que el PROVEA a través del don de Fe, ese empujón que te hace falta para que puedas hacer CON Dios esos milagros que Él quiere hacer en la vida de quienes te rodean.

Si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!»

Ester 4:14 NVI

Bienaventurados los que padecen Persecución

Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, porque el reino del cielo les pertenece.”

‭‭Mateo‬ ‭5:10‬ ‭NTV‬‬

La primera bienaventuranza decía «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.» La última bienaventuranza cierra un círculo, al igual que la primera, la recompensa es que el reino del cielo les pertenece, y al igual que la primera, es contra intuitiva, así como no creemos que los pobres son dichosos, dudo que pienses que las personas que están siendo perseguidas son dichosas…

La persecución puede considerarse una bendición porque nos permite sentir lo que Jesús sintió, y aunque Jesús no está justificando la persecución que se desata al seguirlo, pero sí nos ofrece una recompensa en el cielo. La persecución comienza en el momento que decidimos seguir a Cristo, y se intensifica a medida que buscamos ser más como él. El mundo busca que aceptemos el pecado, que comprometamos nuestras creencias y llamemos a eso buscar la «paz», si no lo hacemos, entonces somos retrógrados, cuadrados, intolerantes.

«¡Ay de ustedes, que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno; que convierten la luz en oscuridad, y la oscuridad en luz; que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo!»

Isaías 5:20 (DHH)

Sin embargo Jesús busca de nosotros:

  • Un corazón humilde, capaz de reconocer nuestra pobreza y necesidad de Dios.
  • Un corazón capaz de humillarse al reconocer su condición y recibir el consuelo que sólo el Espíritu Santo puede traer.
  • Un corazón manso, que entrega su fuerza al Padre.
  • Un corazón que busca la justicia, pero que sabe que ésta sólo viene de Dios.
  • Un corazón que ama, lleno de misericordia hacia los demás.
  • Un corazón puro, que conlleva a una vida en pureza.
  • Un corazón que ama lo suficiente para buscar la reconciliación entre Dios y las personas.

Si pudiera resumir en las bienaventuranzas, diría que en ellas, Jesús nos invita a desarrollar un corazón que AMA.

«Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.«

1 Corintios 13:4-6 (DHH)

Necesitamos desarrollar nuestro carácter, comprometernos a amar a Cristo por sobre todas las cosas, y dejar que ese amor por Él nos ayude a amar al mundo alrededor de nosotros. Amar no significa perder tu esencia, amar no significa comprometer tus valores, amar no significa ser permisivos, amar significa seguir a Cristo.

¡Que manera de Jesús de terminar con las bienaventuranzas!

Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal. Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.

Mateo 5:11-12 (RVC)

Enfoquemos nuestra mirada en Jesús, busquemos desarrollar el corazón y el carácter de un discípulo de Cristo, imitemos su ejemplo, y no tengamos miedo de enfrentar resistencia, no tengamos miedo de ser insultados, perseguidos o difamados por nuestras creencias, pero sobre todo amemos a las personas a pesar de la forma en que ellos nos traten a nosotros.

Quienes no conocen a Cristo pueden actuar con odio, pero nosotros como seguidores de Cristo estamos llamados a amar. Te invito a que puedas seguir a Cristo, y obedecer lo que nos está pidiendo que desarrollemos a través de cada bienaventuranza.

Puedes leer cada una aquí: